Llevaba tiempo viendo fotos y escuchando hablar sobre las olas de El Salvador y no quise esperar más para verlo con mis propios ojos. Fue un viaje de último momento con mi amiga María de Puerto Rico, las dos necesitábamos olas, y la derecha de El Sunzal iba a superar nuestras expectativas sin saberlo.
Básicos en El Salvador
La moneda es el dólar americano, y encontrarás monedas de dolar que difícilmente te darán en USA, pero que son aceptadas en ambos países.
No hay estaciones definidas. La época de lluvias es en Junio, Julio y Agosto así que ellos lo llaman invierno, pero la temperatura es la misma todo el año.
En gastronomía, uno de los platos típicos son las popusas, hechas de harina de maíz y combinadas con habichuelas, queso, ajo o carne. Mis favoritas fueron las de queso con ajo, que raro porque a los españoles no nos gusta nada el ajo, eh?. Normalmente las comes en puestecillos de la calle por menos de $1 y con 2 o 3 estarás lleno.
Las tablas de surf son fáciles de encontrar si no eres muy exigente con las condiciones, si te gusta tu tabla y te pones maniático en ese tema mejor es que te traigas la tuya.
No se necesitan vacunas, pero mucho repelente de mosquito porque por la mañana temprano y en el atardecer es insoportable.
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| La Libertad |
Como llegar y moverse en el área
El aeropuerto internacional más cercano a El Sunzal está a 40 km. y el código es SAL. El taxi puede ser entre $30-50 dependiendo del momento del día.
El pueblo más cercano a El Sunzal es El Tunco. Desde la playa llegas caminando en 15 minutos por las piedras si la marea está baja. Sino tendrás que usar el transporte público que son 50c y pasa cada 20 minutos.
Se puede alquilar un coche para movilizarte pero si realmente estás pensando en surfear, los picos están en zonas donde hasta a los locales les pueden romper los cristales para robar, ya sabemos que eso pasa en cualquier país del mundo pero estando de vacaciones lo ultimo que necesitamos es pasar por ese momento. Yo recomendaría quedarse en un lugar desde el que negociandolo con alguna empresa de surftrips te muevas a cada playa, incluso los locales de la zona pueden acercarte sin problemas.Las olas
El Sunzal es una derecha larga y recostada fácil de coger. Cuando nosotras llegamos el swell estaba grande, las olas se veían el doble de cualquier surfer y solo había 20 valientes en el agua. Lo bueno de esta ola es que los wipeouts son suaves y hay un canal bien definido desde donde puedes esperar a la serie, lo digo desde la experiencia que el primer día era lo único que hacía.
El Tunco es conocido por La Bocana, es una izquierda rápida que sale de la desembocadura, esculpiendo la arena en izquierdas, huecos largos y cortos, pero necesita un swell decente y marea alta. Hay que tener especial respecto al local en esta zona.
Punta Roca es una derecha de fondo de piedras, piedras como de río. Mucha pared y larga que forma tubos dependiendo del swell. Para un nivel avanzado está perfecta, mi favorita en esta zona fue El Sunzal sin duda.
Donde quedarse
Nosotras optamos por Kayu Resort. Nuestra hermanita Kaydi Archer nos los recomendó y definitivamente fue la mejor elección. Marvin es el gerente y ha convertido la propiedad en un alojamiento familiar donde te hacen sentir como en casa. Piscina, restaurante, tablas en alquiler y el mejor servicio sin lugar a dudas.
Los desayunos están incluidos y puedes saborear comida local mientras vez la derecha de El Sunzal romper. Hay varios tipos de desayuno a elegir, cualquier de ellos me ponía las pilas para después tirarme al agua.
El lujo de poder ver las olas desde la cama es un sueño para cualquier surfer y en Kayu se cumple.
Nuestra habitación simplemente perfecta. Limpia, grande, con nuestro baño recién reformado, aire acondicionado, una cama para cada una, y las vistas a la ola, ¿qué más puede pedir un surfer?
Y si queréis seguir mis aventuras del día a día podéis seguirme en mi Instagram @worldwidetravelog
Autor
Patricia Fuentes
Incansable viajera y deportista activa siempre rodeada por la naturaleza. Nací y crecí en Madrid, y mi pasión por viajar me llevó a aprender a surfear en Puerto Rico en 2011. Me enamoré desde el minuto uno de este deporte y cambié mi vida de empleos en grandes empresas corporativas por surfear en paraísos tropicales.
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